-¿En qué fallamos hijo?- preguntó el padre beta. Las lágrimas
transformaron su rostro en un mar turbio donde la tristeza paseaba con el
desconcierto.
-Desde niño me gustan las mujeres- sentenció con serenidad
Rodrigo. No era capaz de mirar a sus padres, para él todo estaba perdido.
-Nadie se puede enterar de esto- dijo el padre alfa que cerró
la puerta de golpe y marchó de la habitación tratando de buscar respuestas.
La ley era dura para aquellas personas que cometían actos
sexuales con seres opuestos. Muchas familias escondían la deformidad que podía
habitar en sus hogares para no caer en el escarnio público, cosa dificultosa en
el pueblo andino olvidado, donde se podía saber los problemas familiares de
cualquier casa aunque esta tuviera las puertas cerradas. “Los raros” debían
llevar una cinta Marrón con detalles blancos en su mano derecha para que fueran
identificados por los demás. Eran impuros, traidores, deformes y apartados de
los privilegios que cualquiera podía recibir. Eran personas de segunda clase.
El señalamiento, la burla y el desprecio eran permitidos. Muchas estudiosos
creían que la humillación pública salvaba al ser humano de esa desgracia,
logrando que el enfermo al verse apartado, tomaría acciones para revertir todo.
En una tierra donde el orgullo y el honor eran la espada y escudo de sus
habitantes, los Montalbán no querían ser el almuerzo diario de aquellas
serpientes viperinas que esperaban desnudar como regalo a un niño, a la persona
que cometiera un acto en contra de la razón.
A las afueras del colegio, los compañeros de clase de Rodrigo,
sentían dudas sobre el chico que tanta admiración causaba entre sus padres. La
envidia es una araña que se zambulle por los pensamientos como si estuviera en
casa y luego baja al corazón. Lo adormece con canciones de grandeza mientras
poco a poco va tejiendo su telaraña. Luego de un tiempo la música desaparece, y
al despertar el músculo del amor descubre su nueva pesadilla. Sin escapatoria,
sin tiempo a su favor es comido por el ruin insecto que tomando el mando hace
que las personas tomen decisiones erradas que no ayudaran en nada en un futuro
próximo. El sexto sentido de Rodrigo le hizo saber que hablaban de él y no para
bien. Su llegada silenció la repentina reunión de compañeros que tratando de no
incomodarlo herían más su corazón. Todos lo saludaron y marcharon al escuchar
el timbre, el joven esperó un poco para luego entrar a su salón.
La escuela tenía un largo jardín dividía al grupo masculino y
femenino. Rodrigo intentaba comunicarse con la que fue su amada por medio de
señales mentales, pero era imposible. Su mano fue el soporte para que su mente
pudiera recordar los momentos que lo llevaron a tomar esa trágica decisión.
La primera vez que ambos se besaron fue jugando a las
escondidas. Laura y él, corrieron a esconderse debajo de la mesa que adornaba
la cocina. Tenían catorce años, ella lo besó y el sorprendido salió corriendo.
Los niños estaban preparados para informar a sus padres sobre estas
situaciones. Decir la verdad se pagaba muy bien. Muchos pequeños eran envueltos
en dinero, premios y regalos por ser sincero en esa etapa de la vida. “La niñez
y adolescencia define el destino de cada uno de nosotros. Es necesario crear en
su hijo(a) un lazo de confianza donde ser sinceros pueda ser premiado con el
triple de lo esperado” Rezaba el capítulo 8 del libro de leyes del nuevo mundo.
Rodrigo fue directo a donde sus padres, necesitaba una bicicleta nueva y sabía
que conductas como esas no estaban permitidas. Un instinto que no había sentido
antes lo atrapó y no le permitió hablar, luego entendería que le llamaban amor.
Marchó a su cuarto y por horas sólo pensaba en aquella niña. Decidió callar y
lanzarse al mar de la confusión, uno que lo llevaría a replantearse si estuvo
bien callar y seguir un amor que no se había consumado.
De noche, llegó al “Museo de la antigüedad” un bastión de
objetos y cosas perdidas de una civilización distinta a la suya. Estaba abierto
todo el día. No era necesario contratar vigilantes, sólo a estudiosos le parecía
fascinante ese lugar, pocas veces era frecuentado. Laura llegó y fue entonces
que Rodrigo agradeció a su amigo Diego el apoyo. La chica lo miraba con desdén,
para él era buena señal. Sabía que era la muralla de papel que levantaba cuando
sentía que no tenía la razón.
-Si vine-dijo Laura- fue porque le debo un favor a Diego.
-Era necesario vernos-repuso Rodrigo.
-¿Qué quieres?
-Necesitamos hablar.
-Rodrigo… las cosas se están saliendo de control. No nos
conviene que nos vean juntos, que todo se descubra. Correría con suerte si mis
padres me llevan al centro de ayuda pero tú no…
-Por ti –interrumpió Rodrigo-puedo soportar cualquier dolor.
-Déjame terminar-dijo Laura, la cual no pudo evitar que una
lágrima engordara en su ojo derecho- ¿Recuerdas a aquel chico que fue
arrastrado por las calles del lugar por no querer cambiar de conducta? Eso te
puede pasar y no me lo voy a perdonar-La chica limpió sus húmedos ocelos. Su
tono de voz cambió- En tres días me voy del pueblo andino olvidado.
-¿Qué dices?-dijo Rodrigo desconcertado.
-No hay vuelta atrás.
El largo silencio se posó en el museo. Los insectos, el
viento, todo enmudeció ante la trágica escena de amor que vivían ellos dos.
Para ella no era fácil aceptar la realidad y para él diluir esa verdad era como
tragar granos de arroz en forma de clavos. Sereno, y con la cara en alto lanzó
la última frase que pudo expresar su corazón.
-Si es así, regálame esta noche y luego de haber consumado
nuestro amor, dejaré que marches sin objeción alguna- dijo el joven, sabiendo
que ya todo estaba perdido.
En una esquina ambos se sentaron. El dolor llegaba a su
primavera con las lágrimas que caían incansablemente sobre el rostro de
Rodrigo. Perdía al primer amor de su vida por cuestiones que escapaban de sus
manos. Una sociedad apegada a la ley en un pueblo ultraconservador. Laura lo
abrazó con fuerza, como queriendo que ese abrazo durara mucho tiempo, que fuera
luz entre tanta oscuridad que ambos debían pasar por el resto de sus vidas.
¿Por qué no nacieron 700 años atrás? ¿Por qué los obligaron a ser
heterosexuales? Cuando la ciencia, la religión y la sociedad no conseguían
respuestas a formas fáciles de descifrar, la razón humana pudo levantarse y
encender la bombilla que disipó el oscurantismo. Un viejo mundo que veía la
homosexualidad como malformación, una tierra nueva donde ser heterosexual era
una aberración ¿Venganza? ¿Karma? Lo cierto era que estos dos jóvenes como
muchos en el mundo debían pagar con creces lo que era ser diferente en un lugar
de normales.
Laura recibió el beso de Rodrigo con tanta emoción que el
primer día, con la calma de que debía avanzar. Mientras movía sus labios con
los ojos cerrados, pasaban los hermosos recuerdos que vivió con su chico.
Sintió que era necesario consumar el amor para sellar con sangre ese proceso
vivido. Dejó caer sus prendas, quitó las cadenas a su indomable cabellera y con
deseo desnudó a su amado. El contraste del placer y dolor que sentía al unirse
con Rodrigo les decía que no estaban equivocados. Llave y cerradura encajaban
naturalmente, para los dos era delicioso. Cuando todo terminó no sintieron
vergüenza o miedo, era necesario llegar a eso. Se dieron el beso más largo y
apasionado que se haya registrado en el pueblo andino olvidado. Ya de madrugada
marcharon del lugar. Al salir la oscuridad los invadió.
Los miembros del centro de ayuda fueron avisados de que
conductas inapropiadas se daban entre Rodrigo Montalbán y Laura de Lorenzo. Los
testigos eran una “fuente confiable” los amigos del chico. Siguieron al joven
hasta su destino final y al ver que llegaba la chica llamaron de inmediato a
las autoridades. Estaba prohibido por decreto que sexos opuestos estuvieran
solos en sitios sin público. Ambas familias estaban informadas y con lágrimas
en los ojos sabían que a sus hijos les esperaba lo peor.
Ambos chicos fueron llevados por la fuerza al centro de
ayuda, el lugar más sagrado del lugar. En habitaciones distintas e interrogados
por personas que no mostraban su cara, parecía un lugar de tormento. Los
artefactos que vio Rodrigo eran los mismos que aparecían en los libros de su
escuela. Nunca imaginó estar en ese lugar, aunque sabía que podía pasar. El interrogatorio comenzó y cuando el chico
no abrió la boca, pusieron en su espalda un dispositivo que le envió una carga
eléctrica por todo el cuerpo. Paralizado, débil y atormentado comenzaba el
primer juicio en 20 años a un chico acusado de actos heterosexuales.
Todo el pueblo andino olvidado estaba preparado para
“limpiar” sus tierras de esa temible plaga.
¡Qué distopía tan terrible! ¡Le lavarán el cerebro! Ojalá nunca llegue a suceder eso para ninguna persona con cualquier elección sexual... Pero nunca se sabe...
ResponderEliminarEsperaré con ansias la continuación. ¡Saludos!
Como lo dije antes. Ya un grupo vivió y sigue viviéndolo en muchas partes del mundo: los homosexuales. Saludos, espero te guste el final.
Eliminarbuenas noches genial gracias saludos cordiales
ResponderEliminarSaludos para ti también. Me alegra que lo hayas disfrutado. Un abrazo.
EliminarBuenas tardes, muy bueno tu blog y perdón por lo que voy a escribir, aunque parece SPAM, NO ES MI INTENCIÓN, sólo quiero promocionar mi blog y no veo otra forma, si hay otra menos molesta, por supuesto lo haré.
ResponderEliminarPor la Regeneración Política y Contra la Corrupción- Blog dónde trataré temas sobre política, dónde expondré mis artículos y opiniones sobre política.
Rincón de Oscar- Este blog lo voy a hacer con muchísimo cariño, este blog tratará sobre poesia, reflexiones, pensamientos, cocina, fotografias, viajes.. este blog espero les encanté.
OICTV Radio Music- Un blog sobre música, sobre música de ayer y hoy, sobre lo que mas pega ahora y lo que mas pegó.
Muchas gracias por leerme, perdona por la molestía, y veré tu blog claro que si, ya te sigo.
No hay problema compañero. Saludos, espero y sea un éxito tu blog. Un abrazo.
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