25 sofisticadas naves, aparecieron sobre el cielo tenue de
Manhattan esa tarde de Septiembre. Sin ser detectados violaron las extremas
medidas de seguridad que rigen esta nueva Guerra Fría. La defensa
Estadounidense quedó obsoleta, pero no parecía un ataque ruso, o chino. Una
bandera de lo que a simple vista parecían ser estrellas aterrizaron en las
inmediaciones del edificio de la ONU. El comisionado de paz del Universo había
llegado para tomar la palabra. Desde ese momento no se han marchado, los
extranjeros han llegado.
Los más afamados y respetados periodistas del mundo enviaron
sus credenciales para obtener la entrevista de sus vidas. El periódico donde
trabajo hizo la solicitud sin esperanza alguna, sólo por “cortesía”. “Si nos
dan la entrevista irás tu” decía en torno burlón mi jefe. El envío de
documentos se hizo a las 4:05 pm de ese emocionante 31 de Diciembre. Era cuestión
de saber si Hoffman el periodista de guerra o Natanya la mujer de Oriente que
había revolucionado el periodismo moderno, tendrían la oportunidad de
entrevistar al ser más poderoso del Universo, una imagen viva de lo que podía
ser nuestro Dios.
Era la primera vez que salía fuera de mi país. Nunca tuve la
oportunidad de hacerlo. Nací en un pueblo andino olvidado venezolano. Nueva
York era como yo esperaba que fuera. Poderosa, Moderna, inteligente,
claustrofóbica, gris. Al bajar del aeropuerto que hasta hace poco llevaba el
nombre de uno de sus presidentes más famosos, todos llegaron a recibirme, la
avalancha de colegas era multitudinaria. La estrella parecía ser yo, pero los
entiendo, todos querían saber cómo logré la entrevista. Sería la primera
persona en tener una conversación cara a cara con ese ser. Ni El Papa Pablo, ni
el presidente de Estados Unidos ni el Secretario General de la ONU pudieron
tener el privilegio. El hijo de Dolores sería el indicado.
Supe por boca de mi sorprendido y lloroso jefe,
que mi entrevista fue concedida por razones del destino o el azar para
nosotros, no para ellos. El número 365 tiene especial significado para los
habitantes del planeta de donde viene mi entrevistado. Su mundo será destruido
cuando éste cumpla 365 millones de años, 365 comunidades (el término en la
Tierra es países) se distribuyen por todo su territorio. Su Dios se llama Tra
Sensat Zyule (El que Decide) tres, seis y cinco palabras cada una. El día de
fiesta es el 365, y la solicitud que hicimos fue hecha a las 3:65 kl (la hora
es más larga que la de la Tierra) y para cerrar con broche de oro, fue la 365
solicitud que recibieron para una entrevista. Y ahí estaba yo, con tantas
preguntas, con cartas de periodistas, de presidentes y mandatarios. El que una
vez caminó las calles del pueblo andino olvidado se encontraba en la Capital
del Mundo, para ver al ser más influyente y poderoso del Universo.
En la puerta me recibe un cordón de seguridad. Parecen
personajes de películas de ciencia ficción, todos tienen el prototipo humano
para no asustar a los miles que afuera toman fotografías y esperan ver al que
llaman “Dios del Universo”. Al entrar noto una estructura más moderna que las
que he visto por fotografías de Dubái o Qatar. El azul y el blanco son los
colores usado para todo, inclusive la vestimenta. El aire que se respira
adentro es excesivamente puro, como el que inhalaba en las montañas de mi
pueblo cuando era pequeño. Las féminas utilizan un disfraz latino, todas son
hermosas. De seguro sabían con anticipación que las españolas y latinas son las
más hermosas del universo, o quizás no.
El ascensor (si se le puede llamar así) subió de la planta
baja al piso 365 en 3.65 segundos. Sentía que mi cuerpo se me desprendía cada
vez que subía, la montaña rusa queda en pañales con esta situación tan
particular. Olvidaba decirles que la construcción de este edificio duró tres
días, seis horas y cinco minutos. En menos de una semana se convirtió en la
estructura más alta del mundo y rompió decenas de records. Aunque observando
los cuadros, en su planeta hay edificaciones más altas y extrañas que estas. ¡Qué
atrasados estamos! pensé, y nos creíamos la especie más civilizada de todas.
Los pobres animales estarán riéndose de nosotros.
Llego a la oficina 3.650 y lo veo. Cara a cara con él. La
silla se mueve, se levanta y con una sonrisa me saluda. Su nombre retumba en
mis oídos Santelkon (Ilustrado) y me invita a sentarme. Mis nervios son olidos
por él, invita a calmarme. Es tan jodidamente incómodo estar con alguien que es
mil veces superior a ti y que sabe hasta el tamaño de tu pene y los
calzoncillos rotos que llevaba puesto ese día.
Intenté presentarme y fue en vano. “Te llamas Juan Romero, de
Venezuela, pueblo andino olvidado, un buen periodista” ¿buen periodista? Pensé que
ser el que lo entrevistara me daría fama y respeto mundial y que mi jefe debía
triplicarme el sueldo, ascenderme y recibir reconocimientos de todas partes del
mundo. Para mi vergüenza también leía mis pensamientos. Con una risa irónica me
dijo “Fuiste elegido por la numerología del Universo, no te vanaglories, aunque
deberías hacerlo, no cualquiera de tu raza estaría hablando conmigo”. Recordé
lo que me decía mi profesora de periodismo sobre cómo llevar la entrevista, sus
teorías me han servido hasta el día de hoy; pero nunca me dijo cómo se
entrevistaba a un extraterrestre, a un ser con un 99% de dominio cerebral. Me
sentía perdido.
El Comisionado de Paz del Universo llevaba en su mano derecha
una pulsera, muy parecido a los relojes digitales que muchos llevan para saber la
hora y también por moda. Está de más decir que era cien veces más sofisticado y moderno
de los que existen en la Tierra. Hacía juegos con mi curiosidad, los colores
que ese artefacto desprendía causaban en mí asombro. En un principio no quise
mostrarlo, pero recordé que él sabía todo de mí, como un niño curioso por lo
nuevo, apoyé mi cabeza sobre mis manos y empecé a ver todo lo que podía hacer
esa pulsera que ellos llamaban Visoneksa.
Al apretar un botón el cuarto se tornó oscuro, e imágenes de
otros lugares aparecieron para deleitarme. Mundos asombrosos, de todos los
colores, de distintas formas eran procesados por mi cerebro. Todos tenían algo
en común con nuestro planeta, eran sociedades superiores en esos lugares que
habitaban, de resto todo era diferente. El señor (no sé si llamarlo de esa
manera) Santelkon me fue explicando los procesos evolutivos de todos las
especies, y cómo fueron avanzando hasta convertirse en civilizaciones “de otros
mundos”. Con emoción esperaba que mostrara las potencialidades de mi planeta y
los adelantos que habíamos logrado en estos pocos miles de años. Me sentí
frustrado al sólo ver imágenes de animales, paisajes y lugares que no fueron
tocados por el hombre. Fue casi llegando al final que los humanos aparecimos en
el cuarto que tenía forma de sala de cine 4D.”Sólo te muestro lo que para
nosotros tiene valor en la tierra, lo demás debe ser destruido” me dijo. Los nervios
hicieron estragos en mi interior.
-Entonces ustedes vienen a ¿destruirnos o
conquistarnos?
-La
conquista es un proceso degenerativo que sólo ocurrió y ocurre en la Tierra. Ningún
planeta con vida civilizada sabe que es eso, no hizo falta. No venimos a
destruir, vengo a alertar. Este planeta no les pertenece a ustedes, ustedes son
parte de él. Sus paupérrimos avances los han logrado haciendo un desequilibrio
ambiental que afecta otras especies. En palabras humanas: Si un inquilino de un
apartamento no cumples las normas es sancionado o expulsado. Eso queremos hacer
aquí.
-Si ustedes son una raza superior ¿Por qué
no nos alertaron antes de que nuestro modo de vida destruiría al planeta?
-En
este planeta existe gente que lo ha hecho. Campañas, luchas y esfuerzos que se
han avocado a la concientización y nadie les ha prestado atención. Cada ser
pensante de nuestro Universo es libre de hacer lo que quiere, si no cumplen las
reglas para eso existen organismos que regulan la vida de todos, el más
importante es de donde vengo.
-Tenemos una carta bajo la manga…Nosotros
no sabíamos que existía vida en otros planeta ¿No cambia eso el panorama?
-En
infinidad de ocasiones nos hemos intentando comunicar con ustedes. Pero su
egocentrismo, sus ideas de ser únicos y superiores no le ha permitido creer que
esto es cierto. Con muchos gobiernos hemos mantenido conversaciones, pero todo
lo callan. La sociedad es cómplice de eso, al elegir mandatarios que no son
sinceros con ustedes.
-¿La Tierra es socia del organismo que
usted dirige?
-Su
planeta es socio de la Organización de Planetas del Universo desde su creación.
Yo soy el encargado de los asuntos de paz. Un puesto del que siempre dije era
innecesario. Ahora veo que no es así.
-¿Por qué vinieron este año, qué tenía
de especial?
-La
Guerra entre las comunidades de Estados Unidos, Rusia y China arrancaría el
primer día de este año. Utilizarían el medio ambiente como arma de destrucción
masiva. Decidimos venir porque ustedes no tienen la tecnología necesaria para
ir a nuestras oficinas centrales. Millones de seres humanos iban a morir,
incluso más de la mitad de la población de tu país sería arrasada. Suena
increíble, pero caería nieve en los desiertos, habría un irritante sol en los
casquetes polares. Huracanes, tornados y ciclones donde nunca los hubo y
movimientos sísmicos en las zonas en conflicto. Esto excedía los límites de
nuestro contexto.
-Le puedo hablar por la mayor parte de
los habitantes del planeta. Nosotros no sabíamos que eso ocurriría.
-Claro
que no, pero por pocos pagan todos. Ustedes ven la guerra como única vía para
solucionar sus problemas. Israel y Palestina, lugares que son santos para casi
la mitad de la población terrestre; se encuentran en una interminable guerra
que no parece tener salida. En mi mundo la solución sería más fácil de lo que
parece. Han conquistado tierras, masacrando pueblos. Los avances de defensa
superan en creces a los de calidad humana. En gran parte de los planetas
civilizados ninguna comunidad es pobre,
en este lugar hay más pobres que ricos, lugares donde existe gente sin poder
alimentarse bien, sin energías. Mientras un reducido grupo lo tiene todo.
Destruyen la tierra, contaminan el aire, masacran a las especies marinas y todo
bajo el silencio conspirativo de ustedes, los habitantes de este lugar. La raza
con el índice de edad más corto es la suya. En mi mundo lo mínimo son 800 años.
Se pelean por petróleo (y disculpa, sé que tu país es uno de los grandes
exportadores) pero tienen energía térmica, la del aire y la hidroeléctrica y no
la saben aprovechar. Por esas cosas ustedes deben desaparecer si no comienzan
actuar desde ahora.
-¿Cuánto tiempo tenemos para mejorar?
-Una
semana Universal. 20 años humanos. Si no cumplen, desaparecerán.
-¿Existe Dios?
Todos
tenemos uno.
-¿Qué mensaje le da a los habitantes de
La Tierra?
-Cambien
el sistema en que están acostumbrados a vivir. Comiencen desde ahora. Ustedes
son el lugar con más habitantes del Universo, todos ponen su empeño y puede
haber solución. A nadie le gusta vivir en hogar sucio, destructivo, tormentoso.
El planeta es su hogar, Sálvenlo.
Los
nervios que producía ese ser se fueron esfumando. En sus brazos como un niño de
pecho me puse a llorar. Nunca había llorado por situaciones extra familiares.
En él veía un líder, un jefe, un Dios. Nosotros no estamos haciendo nada para
mejorar nuestra humanidad. Las imágenes que él seguía mostrándome sobre otros
lugares a los que nunca llegaré a ver me sorprendían. Seres en armonía, con una
elevada esperanza de vida. Lugares en sintonía con el medio ambiente, donde la
palabra preocupación no existía. Muchas cosas pude preguntar, desde cómo vivían
hasta que hacían para distraerse. Conversar con ese extranjero me permitió ver
lo poco que somos. En tantos lugares pregoné que éramos los únicos, que éramos
superiores. Golpeando animales, destruyendo el ecosistema, destruyéndome yo
mismo. Muchas interrogantes quedaron en mí, sobre sus creencias, las nuestras,
su manera de pensar y sus objetivos en la vida. Dos cosas me dijo antes de
marchar.
-Juan,
lo que el Universo entero admira de los seres humanos es su lucha diaria.
Ustedes son capaces de evolucionar luego de un desastre. Ninguna especie ha
podido lograrlo porque nunca hemos sufrido desastres. Es lo que más estudiamos
de ustedes aún cuando sus capacidades cerebrales son mínimas. Por último, ¿Qué
significa “jodidamente”?.
-¿Para
qué quiere saberlo señor?- dije con asombro y deduciendo lo que iba a
responder.
-Es
una palabra que aparecerá en tu cuaderno de vida. Lo que ustedes llaman Blog.
No
le respondí, sólo sonreí y marché del lugar. Cuando me dio la mano apareció su
piel original. El contacto humano producía eso. Me hizo jurar no decir nada, y
eso haré. Al salir del allí muchas personas me gritaban “Hijo de Dios” yo reía
pero sin prestar mucha atención. Periodistas de todo el mundo, hasta mis ídolos
aguardaban para entrevistarme. Natanya esa periodista de Oriente que tantas
emociones causaba en mi interior me preguntó “¿Qué te dijo el Comisionado de
Paz? “. Le dije que nos quedaba una semana para cambiar, si no seríamos
destruidos. Esas palabras prendieron las alarmas en todo el mundo. En menos de tres días el panorama mundial
cambió, muchos conflictos cesaron, se prometió que las reducciones de CO2
bajarían en menos de dos días. Centenares de planes por todo el mundo fueron desempolvados.
Los científicos se sentían felices. La entrevista completa salió en el
periódico donde trabajo que tuvo que doblar su tiraje ese día y luego ser reproducida en los 204 países de este planeta.
Conversando
con un Extranjero pude doblar mi sueldo y ser alguien conocido a nivel mundial.
Pero sobre todo, cambiar mi concepto de mundo y tomar cartas en el asunto para
poder salvarlo.
Caracas 4 de Enero de 2028
Que original..!!! Felicidades David,cada vez más alto el despliegue de tu prometedora pluma,,besitos mi querido amigo :)
ResponderEliminarBienvenida a mi humilde Suburbio. Gracias por comentar mi querida amiga. Un saludos con muchos abrazos.
EliminarME ENCANTO !!!!!! PURA REALIDAD MAS QUE FICCION
ResponderEliminarGracias querida, era la idea. Saludos, un abrazo.
EliminarQué bueno!! Yo creo que sería precisamente eso lo que haría falta para que toda la gente tomara realmente consciencia de que nos estamos cargando el Planeta!! Entretenido relato, con su moraleja!! :)
ResponderEliminarFeliz finde!!
Hola Ángela, gracias por pasarte, y leer la historia. Así es compañera, es necesario que nos "jalen las orejas" para ver si cambiamos de una nuestro modo de vida. Saludos.
EliminarRealidad,y fantacia me quedo con la triste realidad.
ResponderEliminarLa decisión es toda tuya, saludos.
EliminarINAUDITO!!!!!!.......Gran escritor y sobretodo, te deja pensando y diciendo en verdad esta entrevista existio......CAMBIEMOS!!!
ResponderEliminarGracias Grosca, muy amable al leer. Una historia que me fue difícil en un principio, luego los personajes cobraron vida y todo fluyó como esperaba, saludos.
EliminarSimplemente Genial!!!
ResponderEliminarGracias Estela muy amable. Un fuerte abrazo.
EliminarMuy entretenido relato en el cual usás a Santelkon como medio para una crítica realista y como grito de esperanza.
ResponderEliminar365 Abrazos.
jajajaja gracias por los 365 abrazos, el número de la suerte para ellos. Lo importante es que el mensaje ha fluido como se debe, y eso me alegra. Un abrazo y 365 gracias.
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