“…Al Miss
Internacional va…Miss… ¡Guárico! Y Miss Venezuela 2013 es Miss Costa Oriental… ¡Migbelis
Castellanos!” Esta frase da el inicio a
un sueño. Son las palabras que más de la mitad del país espera escuchar para
conocer quién es la nueva soberana de la belleza nacional. Para la nueva reina
el fin marca el inicio de un año de preparaciones que le permitirá llegar al
Miss Universo con la etiqueta de favorita. Cuando la venezolana llega, todas
las cámaras se posan sobre ella.
“Venezuela
es un país de mujeres bellas” es una frase que repetidas ocasiones he
escuchado, tanto por foráneos y extranjeros que he conocido a través de las
redes sociales. ¿Es cierto esto? No sé hasta qué punto se esté en lo correcto.
La belleza es relativa, y decidir un patrón único de belleza obligaría a dejar
culturas y lugares con mujeres peculiares. El éxito de las venezolanas en los
concursos de belleza de fama mundial radica en una sola cosa: La preparación.
Las mujeres
que fueron seleccionadas para representar al país en los eventos de belleza
mundiales. Tienen un año de preparación. Es un año estricto, donde las reinas
moldean su figura, se preparan en oratoria, técnicas de maquillaje y muchas
otras cosas. En algunos países como el vecino Colombia, la reina hace vida
activa en programas sociales y de beneficencia. Lo contrario ocurre en la
tierra de Bolívar, más que un año de disfrute es un año de práctica. La venezolana
va a ganar y por ende se prepara para lograrlo. No en vano el país tuvo una
racha de 1982 a 2004 clasificando ininterrumpidamente en el Miss Universo. Es
el peso de una corona.
Venezuela es
el país que más concursos de belleza ha ganado el mundo. De los cuales cuatro
son de fama y respeto internacional. Ha triunfado en siete ocasiones en el Miss
Universo, es el segundo país con más títulos, superado por Estados Unidos.
Tiene en su haber seis coronas de Miss Mundo y Miss Internacional. Siendo el
país con más títulos en este concurso y 2 diademas en el Miss Tierra, un evento
joven que comienza a despertar pasiones en Asia y Latinoamérica.
A parte de
eso, el país está inscrito en el libro de Record Guiness en par de ocasiones.
Por sus triunfos o proezas en este tipo de concursos. El Miss Venezuela fue
fundado en 1952 para buscar a la delegada que representaría los colores patrios
en el naciente Miss Universo que tendría por ganadora ese año a Finlandia.
En torno al
concurso se han tejido gran cantidad de opiniones encontradas. Algunos apoyan
el certamen y creen que es la ventana del país al mundo. Otros opinan que se
usa a la mujer como símbolo sexual. Y las operaciones y estrictas dietas crean
un estereotipo de mujer venezolana que es perjudicial para millones de
venezolanas que desean tener un cuerpo “90-60-90”.
Para
entender las pasiones encontradas que genera el Miss Venezuela es necesario
irnos a la idiosincrasia del venezolano. En el país no existe un lugar donde no
se celebre un concurso de belleza. Puede pasar de eventos austeros o sencillas
elecciones de madrinas de una escuela o pueblo. A llegar a eventos millonarios
donde el derroche es el punto de partida para silenciar a los detractores de
los concursos de belleza.
Y todo
comienza desde que estamos en la niñez. El primer concurso que recuerdo, fue la
elección de la reina del jardín de infancia. Una niña que estudiaba en mi salón
terminó alzándose con la corona. Luego llegaban los concursos para elegir a la
reina del carnaval. La soberana de las ferias de la región y más reciente la
reina del pueblo andino olvidado. De muy niño recuerdo interesarme por el Miss
Venezuela. No era muy varonil afirmar que era un fervoroso seguidor de los
eventos de belleza; pero por el camino entendía que muchos otros eran parte de
eso sin darse cuenta. Nuestra tierra (antes de la llegada de Hugo Chávez) era
conocida por las telenovelas, el petróleo y las mujeres bellas. Gran parte de
eso quedó eclipsado cuando el militar retirado llegó a la silla de Miraflores. Parecía
que todo giraba a lo que él decía o hacía.
No puedo
englobar, pero gran cantidad de padres desean que sus hijos sean beisbolistas
firmados en las grandes ligas, y que sus hijas sean reinas de belleza. Es así
que nace el deseo desde muy niñas para obtener el cetro más codiciado en
Venezuela. Comienzan un proceso de preparación, que como en el caso de la
actual Miss Venezuela Migbelis Castellanos rindió frutos. Otras llegan al
evento por casualidad y sin darse cuenta terminan coronándose en “la noche más
linda del año”. Algo es seguro, el evento es un trampolín para que las
concursantes puedan destacarse en la televisión, la música y en cualquier
proyecto que tengan en mente.
Irene Sáez,
fue la segunda Miss Universo venezolana. En el año 1981, quedaba agarrada de manos
con la representante de Canadá en el concurso que se celebró ese año en Nueva
York. Cuando se anunció que era la “mujer más bella del Universo” su vida
cambió por completo. Sáez era tan querida y admirada por la gente que visitaba
en cada país que en 1982 en Perú, los presentes gritaban “Reelección”. Los
organizadores del Miss Universo le pidieron que reinara por un año más, cosa
que ella no aceptó. Irene Sáez terminó sus estudios y tomó un camino inexplorado
hasta ese entonces por una reina de belleza: La política. Se convirtió en
alcaldesa del Municipio Chacao convirtiéndola en una “tacita de oro”. Un
municipio limpio que fue ejemplo para el país. Aunque sus detractores
aseguraban que el lugar era habitado por gente clase alta, media-alta. Por lo
cual no tenía problemas crónicos que solucionar como en gran parte de los
pueblos del interior. Decide lanzarse en buscar de la banda más deseada. Mucho
más que la que obtuvo en 1981. Irene Sáez, la espigada rubia se presenta como
candidata Presidencial para las elecciones de 1998. Se convierte en la “libertadora”
de los venezolanos. Y las encuestas la arrojan como la gran favorita a obtener
el puesto más grande de su vida. Algunos problemas políticos y el alinearse con
el partido tradicional COPEI la lanza abruptamente a los últimos puestos de las
mediciones. Su caída le permitió a Hugo Chávez ser el guía de todos los
venezolanos por un periodo presidencial. Que luego se convirtieron en tres.
El hombre
tras todos esos triunfos es el cubano Osmel Sousa, el denominado “Zar de la
belleza”. Sousa es el presidente de la organización Miss Venezuela. Amados por
muchos, odiados por otros, es ese señor de joroba pronunciada y movimientos
exagerados de manos, la lupa que examina todos los requisitos que debe cumplir
una mujer para ser exitosa en los concursos internacionales. Una de las frases
más sonadas de Osmel es “en la quinta Rosa no se habla de política, yo soy
apolítico” han sido estos lineamientos los que le han permitido mantener un
funcionamiento “normal” en momentos de suma dificultad, y polarización
nacional. El paro petrolero de 2002 y las manifestaciones estudiantiles de 2014
no llegaron a los pasillos de la quinta Miss Venezuela. En una nación golpeada
por la inseguridad, la inflación, la escasez y rencillas políticas, el concurso
nacional es el espejismo que por horas nos hace creer que “todo es bonito” en
el país.
El concurso
es el más rentable de la programación nacional que se transmite por televisión.
Todos quieren patrocinar el concurso y que el logo de sus empresas aparezca así
sea por tres segundos. El evento que dura entre cuatro y cinco horas atrae a
millones de televidentes. Es el programa más visto anualmente en el país. El
más costoso y donde artistas consagrados se presentan para deleitar a los más
de diez mil presentes en el Poliedro de Caracas y los que por las pantalla
chica observan el paso de su miss favorita.
De sus filas
han salido personalidades del mundo del espectáculo. Gabriela Spanic, María
Conchita Alonso, Ruddy Rodriguez, Marjorie de Sousa, Bárbara Palacios, Maitte
Delgado, Chiquinquirá Delgado, Alicia Machado, Veruzhka Ramírez entre muchas
otras que triunfan en el mundo.
La actual
Miss Universo es María Gabriela Isler, Miss Venezuela 2012. Migbelis
Castellanos tratará de repetir la difícil hazaña que en 2008 y 2009 lograron
Dayana Mendoza y Estefanía Fernández respectivamente al coronarse dos mujeres
de un mismo país consecutivamente.
Podría
gastar decenas de cuartillas para explicar la pasión que este concurso de
belleza despierta en los venezolanos, sus pro y contras. Sus curiosidades, sus
momentos más tristes y de gloria.
Si el tema
te ha parecido interesante, necesitas algunas respuestas, o conocer más acerca
del concurso. Puedes hacerlo saber en los comentarios y ahí con gusto te
responderé lo que necesites.
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