Yo nací en
1992, un año de convulsiones políticas (lo supe cuando crecí) y descontento
social. Cuando tenía seis años entró al poder un hombre llamado Hugo Chávez,
gobernó durante 14 años. Los venezolanos lo eligieron para un tercer mandato,
la muerte milenariamente más fuerte que él lo venció, su “apadrinado” Nicolás
Maduro asumió el poder luego de su muerte.
La
decimotercera entrega de Suburbio de Letras Nocturnas, tuvo el nombre de Amor
en tiempos de “Democracia”, hasta estos momentos es la tercera más vista de las
casi treinta historia que he subido al blog. En ella se relata la historia de
una mujer, acosada por efectivos policiales y la huída de su esposo a un lugar desconocido.
Al final se encuentran por la astucia de Delia (la protagonista) y terminan
viviendo felices. En el contexto es una historia real, les ocurrió a mis
queridos abuelos.
Mi abuelo
era cartero de la compañía nacional de correos, y al caer la dictadura tuvo que
huir a los andes venezolanos para salvar su vida. Mi abuela en el
centro-occidente del país creyó que su consorte estaba muerto, era lo que
ocurría con las personas que trabajaban o eran adeptas al perez-jimenismo. “Hasta
los árboles los movían” me dijo un día ella. Se encontraron, luego de un
proceso sigiloso porque era muy literal esa frase “Las paredes hablan” en la
Venezuela “democrática”
Llega la
Democracia y todos los venezolanos se sentían libres, ¿Podían pensar o decir lo
que querían? No era tan cierto. Las persecuciones políticas que brutalmente
ocurrieron en los seis años de dictadura se repitieron incasablemente en la
época democrática, llegando incluso a violar la autonomía universitaria de
distintas casas de estudio. Y sigue presente, porque en la época de la llamada “V
República” casos como el de Iván Simonovis, y el dirigente político Leopoldo
López, ponen en duda los preceptos democráticos del país.
El diccionario
de la Real Academia Española (RAE) nos da un concepto sobre dictadura: En la época moderna, régimen político que, por la fuerza o
violencia, concentra todo el poder en una persona o a veces en un grupo u
organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.
Es un
concepto que de manera simple y con pocas palabras podemos explicar. Ahora
bien, yo me quedo con “Persona, o a veces
grupo u organización que reprime los derechos humanos y libertades individuales”
de ahí el por qué no me enamora el concepto de Democracia.
En 56 años
de Democracia la pobreza en el país aumentó, siendo más cruda en el período comprendido
de la llamada Cuarta República de 1958 a 1998. Se conoció el “Vienes negro” en
los ochenta que desencadenó hasta ahora un proceso devaluativo del que no nos
podemos zafar tan fácilmente. La brecha entre ricos y pobres aumentó, y
disminuyó el apoyo a la educación y programas deportivos y culturales que “alentaran”
el bienestar de la población venezolana. Nace la llamada “Corrupción” en un
país que no conocía ese mal. Ocurre un estallido denominado “El Caracazo” en el
año 1989, donde el presidente de aquel entonces Carlos Andrés Pérez lanza un “paquetazo”
económico amparado por el FMI. Las barriadas de Caracas salen a protestar,
llegando a saquear carnicerías y mercados para poder comer. Se dice que muchas
personas les daban a sus hijos “Perrarina” el alimento para perros, por no tener el
suficiente dinero para alimentar al “Futuro de la nación”. El total de
fallecidos todavía es un misterio, no existen datos certeros, los oficiales no
convencen del todo a los venezolanos.
La Quinta
República enamora a los venezolanos con promesas increíbles hasta ese momento.
Catorce años después, las cifras no son del todo alentadoras. La inflación de
Venezuela es la más alta del mundo, más del 50%, el sueldo mínimo pasó de ser
el segundo más alto de América a estar en término medio. Venezuela es el país
más inseguro y violento de América, el tercero del mundo y Caracas la Capital
del planeta más peligrosa, delante incluso de lugares en guerra como Bagdad
(Irak) y Damasco (Siria). Las empresas trasnacionales no quieren invertir en el
país. El nivel de vida de los venezolanos está en descenso aunque se quiera
tapar “el sol con un dedo” si a esto sumamos la escasez de productos alimenticios
de primera necesidad, el estricto control cambiario que existe y la escasez de
papel que pone en terapia intensiva la prensa Nacional, seguro entenderán por
qué odio a la Democracia.
Parafraseando,
si la Dictadura reprime los derechos humanos y libertades individuales ¿Qué es
todo esto? ¿56 años de Democracia? ¿62 años de Dictadura? No sé qué pensar. Conozcamos
la llamada tiranía que vivió Venezuela por seis años.
Se reducen
los “ranchos” (viviendas infrahumanas) de Caracas en un 89%. Caracas se
convierte en la ciudad más moderna de región. El bolívar es considerada la “Moneda
más fuerte de Latinoamérica” y se invita a países de la región a usarla como
manera pago. La construcción de la autopista Caracas-La Guaria se convierte en
la obra más importante del Hemisferio Occidental sólo por debajo del Canal de
Panamá. Se crea la primera red de hospitales en todo el país. Puedo decir con
certeza que luego de cincuenta años siguen en pie. Venezuela se convierte en
uno de las primeras economías del mundo por delante de Italia, Reino Unido y
Francia.
Se crea el
sistema carretero más grande en la historia del país. Marcos Pérez Jiménez
aparece en la portada de la revista Time’s como una de las personas más
influyentes del mundo. Se inaugura la Ciudad Universitaria, el complejo
universitario más moderno del mundo para ese entonces. Se les dio la bienvenida
a los extranjeros, los consulados y embajadas venezolanas en el mundo recibían
centenares de personas queriendo ser parte del “Sueño Venezolano” en alusión al
“Sueño Americano” de los Estados Unidos.
El hospital
universitario se convierte en el más grande de América. Se construyen las
Torres del Silencio, el complejo residencial más moderno del mundo. ¿Me creerían
si les digo que existía el plan del autobús aéreo? Algo así como lo que piensan
hacer en Jerusalén para antes del 2020. Además de recuperar el espacio
geográfico perdido, Guyana por los ingleses, y la parte arrebatada por
Colombia. El plan para los años 60’s era la construcción del rascacielos más
alto del mundo. Y el sistema ferroviario nacional, que uniría toda la geografía
nacional sobre los rieles. Pero al final Marcos Pérez Jiménez fue derrocado y
marchó a España en el avión “Vaca Sagrada”.
En una
entrevista a un reconocido periodista venezolano dijo “Yo hice más en seis años
de dictadura, a lo que en cuarenta años hicieron los gobiernos democráticos”.
Esto dice la
RAE sobre la Democracia: Doctrina política favorable a la
intervención del pueblo en el gobierno.
No
estoy a favor de las dictaduras, que sacudieron a Latinoamérica en los años
sesenta y setenta. Pero en el caso venezolano, puedo apoyar esa forma de
gobierno.
Es la
simple opinión de un joven que se le dijo que la Democracia era buena, y a mi
juicio terminó desgarrando mi corazón.
Muy bueno. Un análisis frío y concienzudo de la realidad venezolana. Solo te pido, y es desde el punto de vista formal, que cambies el formato del blog porque esa letras blancas sobre franjas negras vuelven un reto leer tu precioso ensayo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que te guste. Deberías explicarme eso, he querido cambiar la apariencia del blog, pero necesito ayuda. Gracias.
ResponderEliminarExcelente escrito. Es cierto, esta "democracia" nos hace querer algo muy diferente a ella.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo.
EliminarAsí es compañero, saludos.
Concuerdo contigo en la descripción de la dictadura de Perez Jimenez y aunque no estoy a favor de la dictadura como forma de gobierno, creo que lo tumbaron 10 años antes de lo que debiese haber sido, Venezuela hoy efectivamente sería otra. Pero no nos confundamos, así como hay dictaduras de crecimiento, también las hay de empobrecimiento... sólo miremos los ejemplos de otras naciones. ¡Espero tu próxima entrada! ¡Saludos!
ResponderEliminarEstás en todo lo correcto querida, por eso puntualizo que "no estoy a favor de las dictaduras que sacudieron a Latinoamérica". te apoyo con eso de que Venezuela sería otra, indudablemente.
EliminarSaludos querida. Un abrazo a lo lejos.
No me la trates así, que la democracia no se lo merece. En 30 Lecciones de Democracia de Giovanni Sartori te enteras rapidito de qué es la democracia y le agarras más cariño.
ResponderEliminarEsto que sucede en nuestro país es un proceso más complejo, y creo que en sus primeros 15 años y quizás un poco más, la democracia fue exitosa en Venezuela.
Lo que expone Waleska es interesante. Y bueno, habrá que pensar qué tan favorable es una dictadura de progreso a costa de libertades. No estoy de acuerdo con ello, pero hay diversas posiciones y opiniones.
Creo que necesito el libro profe. Porque la Democracia está en terapia intensiva en el hospital de mi cabeza.
ResponderEliminarSaludos, un abrazo.